SEÑALES



Pudiera parecer que si, pero no es fácil interpretar las señales que salen a nuestro paso en el camino.
Porque salen, vaya si salen, y somos muy afortunados por ello sin ni siquiera saberlo.
Cuando estas se presentan, nos asalta la duda una y otra vez y nos hacen permanecer inmóviles, mientras perdemos el tiempo intentando encontrar la salida en un barco que se hunde y del que ya no recordamos porque estamos en él, en vez de seguir la señal de entrada que nos lleva directos al bosque.
Y afortunados también, porque ahí, junto a las señales están nuestros sueños, nuestra materia prima para permanecer en el camino, esa piedra preciosa que con esfuerzo y conocimiento debemos trabajar. Talento en bruto que nos ha sido entregado para que perfeccionemos con esfuerzo y no guardemos en una vitrina o regalemos a otros para que lo exploten, al optar por la quietud que nos paraliza.
Porque si dejamos que esta parálisis se apodere de nosotros ya tan solo conseguiremos vivir completamente ciegos e insensibles:

  • Envidiando al prójimo con el ánimo de poseer aquello que no somos capaces de conseguir.
  • Persiguiendo talentos que en nuestro cuerpo no habitan, dejando el nuestro olvidado en estado primigenio.
  • Abandonando en ese jardín que no hemos sabido cuidar, bajo capas de hojarasca descompuesta, la magia que nos regaló la naturaleza.
  • Despreciando el sonido de nuestro silencio, la alegría de nuestra de nuestra risa y la luz de nuestra mirada.
  • Deseando lo ajeno porque no aceptamos el bosque que debemos habitar, el contorno de sus ramas o la caricia de sus hojas.
  • Buscando quién nos interprete las señales, completamente apoltronados en el trono de la pereza.
  • Creyendo que las señales por si solas en algún momento nos mostrarán el camino, sin la necesidad de aprender a interpretarlas.
  • Dando la espalda a una realidad que no hemos sabido aceptar, porque al pensar que todo nos viene dado, ni siquiera nos molestaremos en intentarlo.

Hagamos el esfuerzo y sigamos las señales, no es fácil pero se puede. Tiremos del hilo y sigamos el camino, no dejemos que se enmarañe hasta que ya no podamos deshacer tanto nudo y que nuestra única salida sea quedarnos inmóviles viendo como la vida pasa por delante y se aleja sin remedio.

EMPRENDER EL VUELO




Como portadores de oscuridad, desconocemos el porqué de todo el peso que soportamos y por ello esta se agarra a nuestros corazones como caparazón de tortuga, limitando todos y cada uno de nuestros movimientos. Así un creciente desorden gobierna nuestra vida, mermando nuestra capacidad innata de tomar decisiones e impidiéndonos con rigidez emprender cualquier cambio, ligeros de movimientos.

Pero llegará el día en el que el peso de este caparazón se nos haga insoportable, tanto que no podamos quedarnos sentados por más tiempo aferrados a este dolor. En ese preciso momento decidiremos coger distancia, desprendernos de él, desplegar nuestras alas y emprender el vuelo. Pero sabemos también que no es posible permanecer en el aire, flotando para siempre, porque la carga de todo lo aprendido nos tira hacia abajo una y otra vez, obligándonos de nuevo a aterrizar sin poder remediarlo.

Debemos entonces ser conscientes de que cada vez que emprendamos el vuelo, cometeremos errores y tendremos recaídas, pero también que solo así, volando fortaleceremos nuestras alas y perfeccionaremos el vuelo y en algún momento conseguiremos dejar definitivamente atrás la fuerza que nos paraliza.

Como portadores de oscuridad viviendo una experiencia de luz, debemos recordar, que cada vez que estemos en pleno vuelo, surgirán los traspiés de nuestra incertidumbre, pero también que poco a poco y con esfuerzo aprenderemos a librarnos de todos ellos, hasta que ya no nos impidan volar libres y sin ningún tipo de peso sobre nuestros corazones.

TRAS LA NIEBLA



Hace ya mucho tiempo, un velo cubrió mis recuerdos. Estos quedaron ocultos por una espesa niebla blanca. Pero ellos siguen ahí aunque yo no pueda verlos. Al otro lado del velo, tras la densa bruma que me ciega, se halla la conciencia sin límites, la que está en todas partes y en ninguna, la que aunque no tiene forma, todo lo conforma.

Ella es un lugar increíble, de gran belleza, amor y conocimiento, más sin palabras conocidas que puedan describirla. Un lugar con cascadas de luz, sonido y colores, donde es posible comunicarse de manera directa con uno mismo, como quien habla sin ningún tipo de duda con la Divinidad. Allí la visión del todo es completa y no parcial y limitada como a la que ahora tan cómodamente estamos habituados.

Espirales y más espirales, una atemporal danza circular ha sido grabada a lo largo de la historia para que podamos un día descifrar todo este misterio que ahora no nos deja ver más allá de nuestras narices. Símbolos marcados en cada rincón de la naturaleza, para que cuando crucemos al otro lado y sintamos por un tiempo que no entendemos nada, esa luz de la que venimos, nos indique por donde debemos seguir.

Porque si, un día de repente la luz surgirá, y es entonces cuando descubriremos que todo el camino que hemos recorrido hasta este momento, nos ha ido preparando en la oscuridad para acoger este preciso y maravilloso instante.

VAS A ESTAR BIEN




- Hay tantas personas que no saben lo que es estar bien, 
que simplemente no van hacia ello. -

Necesitamos el apoyo de la familia y de los amigos, de que aquellos que nos ayudan a atravesar al otro lado, para deshacernos del miedo, de los viejos dolores y las heridas. Pero para ello antes debemos reconocer a nuestra verdadera familia y amigos para salir del equivoco en el que una y otra vez nos colocamos

Cuando percibimos que alguien llega a nuestra vida para ayudarnos o sostenernos, para pasar por este proceso doloroso, nuestro corazón comienza a sentir un flujo de amor inusual, del que solemos salir huyendo, refugiándonos en personas que nos mantienen anestesiados y entretenidos evitando comenzar la transformación.

Es importante que sepamos rodearnos de esas personas que activan nuestra respuesta de amor, en vez de regresar una y otra vez con aquellas que nos mantienen en el miedo constante y que lo alimentan para que no nos vayamos nunca de ahí. Distinguiremos siempre unas de otras, porque las primeras jamás nos retendrán, somos libres con ellas de quedarnos o no, y las segundas con halagos y mentiras querrán que no escapemos del reino del miedo que nos hemos construido.

Pero esto es muy difícil, porque estamos enfermos y en esta enfermedad, tenemos miedo, y a ese miedo nos agarramos en nuestra vulnerabilidad. Queremos que esas personas que nos tienden la mano para cruzar se vayan y nos dejen solos, no queremos ni intentarlo.

Es urgente que decidamos romper esa espiral en la que estamos y en la que nos refugiamos constantemente.


¿Pero como podemos hacerlo?

Agarrándonos con fuerza a esa mano que nos han tendido, y sin soltarla agradecer la fuerza que nos transmite, para que con nuestros propios logros y esfuerzo consigamos llegar a ese sitio en el que vamos a estar bien y al que nunca nos hemos atrevido a ir. Solo con una respuesta de gratitud por nuestra parte es posible aceptar el proceso de cambio. Reconocer que lo necesitamos, pero sobre todo que no podemos hacerlo solos y menos en el ambiente en el que recurrentemente nos colocamos y allí nos acomodamos. 


TRES




Tres grandes -venenos- ahogan nuestra vida:
miedo - envidia - culpa

Tres maravillosos -antídotos- existen para ellos:
amor - admiración - aceptación


En cada momento tu eliges el líquido que vas a beber y
siempre serás el único responsable de todos sus efectos en ti.


LUZ




Yo soy, 
ese faro que emerge en medio del océano, 
oculto tras la niebla espesa, 
y que aun oculto nunca deja de iluminar. 
El silencio y las tempestades no me apagan, 
mi llama está dentro, protegida de todo ello, 
esperando incansable el inmenso abrazo del sol y del mar. 
Lucero de noche pero también del día, 
espejo profundo que se pierde en el mar, 
y evita naufragios sin que llegues a tocarme. 

Yo soy, 
esa torre de balcón redondo 
que cumple su misión en la tierra, 
sin sucumbir a los vientos ni en las mareas. 

Yo soy, 
criatura prodigiosa, 
de arquitectura y posición incomparable, 
ser vivo que crea paisaje en la oscuridad.
La que cuenta las estrellas que nos guían, 
y los arcoíris que comienzan y nunca terminan, 
los que se abren como caminos, 
tras los barcos que se alejan. 

Yo soy, 
diamante de luz que nunca se apaga, 
que gira para llevar luz a lo que no logra ver, 
cuerpo oscuro y esbelto, 
de sereno anhelo inquebrantable. 

Yo soy, 
la que guardo en mi interior 
toda la magia de este mundo. 

Yo soy, 
ese faro 
que en soledad 
vive iluminado. 

SOMOS GRACIAS




Somos un océano inmenso esperando a ser navegados 
por otros sin darnos la oportunidad de sumergirnos en nosotros mismos. 

Somos historias de crecimiento, aprendizaje y sanación 
impulsados por nuestras caídas, errores y experiencias. 
Somos únicos y maravillosos. 

Somos un mar de sensibilidad detrás de una fachada de dureza, 
somos una sonrisa detrás de cada lágrima contenida, 
somos brillantes aun en la oscuridad en la que nos escondemos. 
Somos fortaleza detrás de cada miedo, somos una herida sanada en cada cicatriz, 
somos puertas abiertas al milagro de la vida, 
somos un “si” en cada “no” que nos imponemos. 

Somos historias de amor. 
Somos agradecimiento profundo. 
Somos amor buscando manifestarse en cada instante de nuestra vida. 
Somos amor a pesar del dolor o del temor. 
Somos lo que agradecemos.
Somos lo que damos y lo que nos damos. 

Somos amor.

¿SABEMOS QUÉ ES FLUIR?



Todos nuestros problemas comienzan en nuestra propia consciencia, cuando creemos necesitar una vida basada en la abundancia y comodidad, y que queremos tener cueste lo que cueste. Pero este modo de vida egoísta sentencia y contamina todo nuestro ser y cada una de las partes de nuestro cuerpo y nuestra mente.

Mientras nosotros vivimos encerrados en un mundo de fantasía, la naturaleza se esfuerza por enseñarnos a través del agua todo la realidad que para nosotros permanece invisible.
 Un esfuerzo que hasta ahora ha sido vano, porque nunca nos hemos molestado en observarla, estudiarla o entenderla, viviendo como si esta fuera totalmente ajena a nosotros.



Si decimos que desde una perspectiva física los humanos somos AGUA, entonces entender lo que somos en esencia, es la llave que nos abre la puerta a los misterios de la vida y de nosotros mismos.


Debemos comprender que para que el agua sea pura y no se estanque, debe estar siempre en constante movimiento, lo mismo que nuestra sangre, nuestros sentimientos y pensamientos.
 

Igual que el agua, la vida es FLUIR, nunca estancarse, acumularse o acomodarse. 
¿Pero sabemos realmente que es fluir?

20 LECCIONES DE ESPIRITUALIDAD


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20 Lecciones de Espiritualidad 




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IN MEMORIAM


FERNANDO INSUA LOUREIRO


Llega un momento en que es necesario abandonar las ropas usadas
que ya tienen la forma de nuestro cuerpo y olvidar los caminos
que nos llevan siempre a los mismos lugares.

Es el momento de la travesía.
Y, si no osamos emprenderla, nos habremos quedado 
siempre al margen de nosotros mismos.

Fernando Pessoa



El pasado Viernes santo, Maite, una compañera de nuestra escuela del CEMPFE me comunica el fallecimiento de nuestro amigo y hermano Fernando. Estaba en el puesto de trabajo, me senté y solo pude pensar “Padre, acógelo bajo tu protección”. Concluía para mí, de forma brusca y repentina, una gran esperanza que llevaba acumulando desde hace unos años de poder contar con él, de nuevo, en nuestra escuela espiritual de la que fue, junto a mí, fundador y núcleo principal. Esta gran esperanza, que nunca he abandonado, concluía de forma repentina en aquel momento. Ya no podrá ser. Ni tampoco nunca podré saber el motivo por el cual Fernando decidió abandonar nuestra escuela. Los caminos del Espíritu son inescrutables y nadie puede llegar a saber con certeza sus senderos personales.

Desde el momento en que recibí la irremediable noticia, siento unos deseos irrefrenables por manifestar algo sobre Fernando que además me sirva de alivio y desahogo para gestionar mi dolor.


Conocí a Fernando, y un grupo de amigos más, a principios de los años 80, durante unas conferencias de espiritualidad que se prolongaron por un tiempo. Dado el interés del grupo por el mundo espiritual y los conocimientos que conllevaban, decidimos crear un grupo de estudio, reuniéndonos en una cafetería de vez en cuando, estas reuniones fueron creciendo y dada la respuesta tan positiva decidimos buscar un local para reunirnos todos los viernes a las 20h. Allí comentábamos los temas que nos interesaban y fuimos organizando cursos públicos totalmente gratuitos. Con algunos, que no perdían ningún viernes, constituimos en grupo núcleo, decidiendo de forma más seria constituir una escuela de conocimiento espiritual pública, abierta a todo aquel que quisiera conocer los cursos que íbamos dando: Filosofía Esotérica, Kábala, Religiones, etc. Todo aquel que quisiera participar en nuestros cursos eran libres y gratuitos y legalizamos la escuela sin ánimo de lucro, costeando los gastos de local entre nosotros.


Así sigue nuestra escuela desde entonces, hace más de 30 años, abierta a todo aquel que quiera conocer nuestra enseñanza espiritual, compendio y síntesis de todas las enseñanzas espirituales con el objetivo de quien tenga inquietud conozca y, entre todos, se mantenga actualizado con todos los movimientos espirituales y conocimientos que van surgiendo. Ese ha sido y sigue siendo nuestro objetivo.

A lo largo de 30 años hemos mantenido nuestro espíritu librepensador abierto a compartir el conocimiento de cualquiera que se acerque a nuestra escuela sin importar que religión o filosofía procese, simplemente compartir y debatir nuestros diferentes puntos de vista plurales y siempre destinados a nuestra autorrealización personal y enriquecimiento espiritual. Por nuestras aulas han pasado diferentes congregaciones y diferentes filosofías, acudíamos a presentaciones públicas de católicos, rosacruces, protestantes, etc. Y de todos aprendíamos.

El bagaje de todos aquellos que hemos manifestado nuestra fidelidad a la escuela es amplio y enriquecedor para todo aquel que quiera compartirlo a través de cursos y actividades de todo tipo y signo. Y en ello seguimos.

Después de organizar jornadas de religiones en los locales de la antigua Caja de Ahorros y dos más sobre medicinas alternativas alrededor de los años 90, y alguna experiencia radiofónica, decidimos entonces, trabajar para la escuela y seguir organizando cursos públicos y gratuitos pasando por nuestras aulas todo tipo de gente y de personas con más o menos inquietud espiritual que iban formando parte de nuestro grupo que siempre ha sido incluyente y nunca excluyente.

Todos los años celebramos la cena de navidad con todas aquellas personas que quieran participar y en la cual damos lectura de las ultimas enseñanzas de los maestros espirituales y en donde se expresan algunos consejos para el próximo año.

Fue en la cena de navidad del año 2008, espero no equivocarme, en la que observamos a Fernando un tanto serio, amable, correcto, pero nada más, no era el Fernando habitual. No lo hemos vuelto a ver, coincidimos con él un par de veces en el Aeropuerto, y como siempre, amable solicito y correcto, pero nada más, nada dijo de su actitud y nosotros decidimos adoptar por el silencio respetando al máximo su decisión y no agobiarle con nuestros deseos de que volviéramos a vernos, esperando que algún día decidiera volver o por lo menos explicar que ocurrió.

Nos hemos quedado con la esperanza prisionera en nuestro corazón.

Hace unos años, hemos editado un libro resumen de aquellas cosas más importantes que hemos aprendido “20 LECCIONES DE ESPIRITUALIDAD” que en breve será puesto en nuestro Blog para uso y provecho de todo aquel que lo desee.

A pesar de su colaboración en este libro, Fernando, en el momento de publicarlo, alrededor del año 2012, declinó ser citado como autor y nosotros, como siempre, respetamos su decisión.

La última vez que vimos a Fernando fue en el entierro de su madre (Septiembre del 2015) nos abrazamos, le pregunte qué tal estaba y me contesto -“bueno, voy tirando”-, -“estamos aquí para lo que necesites de nosotros”- le dije. Y después de un fuerte abrazo, terminó la escena. Allí estaba el grupo, con Fernando, como siempre resueltos y llenos de esperanza en verlo más a menudo.

Lo esperamos a la salida de la iglesia, tardó un rato en salir y allí, esperamos charlando entre nosotros, por fin sale y lo note un tanto sorprendido, nos dedicó unas palabras, me imagino que con alguna intención. -“uno llega un momento que necesita romper con todo, aislarse y respirar”-. Comprendí su proceso, nadie dijo nada, nos despedimos y nunca pude sospechar que aquel abrazo sería el último. La divinidad ha querido que así fuese. Yo me he quedado con la vida y su recuerdo y él con mi abrazo eterno.

Fernando no era consciente de sus valores, de sus virtudes, que eran muchas, yo le decía muy a menudo, -“Si fueras consciente de tu valía no se te bajaría la autoestima tanto”-, -“eres el alma del Cempfe, el Cempfe sin ti pierde el 90% de su valor, yo puedo ser la parte intelectual, pero tú la intelectual y la de gestión, para la cual yo no sirvo”-. Miraba para mí y sonreía. El Cempfe sin él fue otro, los que quedamos sentimos su deterioro, tuvimos que buscar la fuerza necesaria por todas partes, gracias a la divinidad, fuimos resistiendo y con la poca fuerza que nos queda, seguimos sobreviviendo.

En algún momento tendremos que, ambos, darnos explicaciones. Yo no sé si mi respeto fue excesivo, intente comunicar con él varias veces y no ha sido posible, de cualquier manera mi intención era que cumpliera con su decisión libremente sin influencias que pueden ser agobiantes en esos momentos, que pasara su crisis, si así era, para, después, retomar. Viviré siempre con la incógnita, nunca podrá ser. En algún momento, como en el caso de Bécquer -“todo cuanto los dos hemos callado, lo tendremos que hablar”-, o en el de M. Hernández. -“Tendremos que hablar de muchas cosas compañero del alma, compañero”-.



Fco. Javier Brea Rguez.
(Coordinador del Cempfe)